miércoles, 24 de abril de 2013


UNA VIDA POÉTICA

(Bogotá, 1833 – 1912) Poeta colombiano al que se considera uno de los nombres fundamentales del romanticismo sudamericano y que fue coronado poeta nacional en 1905.

Su familia formaba parte de la aristocracia 
criolla: su padre, Lio de Pombo O'Donnel, fue un destacado político, militar y diplomático 
cartagenero, que entre otras cosas firmó el tratado Pombo-Michelena de límites con Venezuela y se casó en Popayán con Ana Rebolledo, también de alta alcurnia. Rafael fue el hijo primogénito. Su tía paterna, Matilde, fue la madre de los hermanos Julio y Sergio Arboleda, también literatos y periodistas.


Como era costumbre, doña Ana enseñó a Rafael las primeras letras. A los once años, en 1844, ingresó en el seminario. El latín allí estudiado haría de él un diestro traductor de los clásicos; Marcelino Menéndez y Pelayo comentó acerca de sus traducciones: "No las hay más valientes y atrevidas en nuestra lengua". De los poetas grecolatinos tradujo el episodio de Laoconte de Virgilio y a Horacio. También vertió al castellano El poeta moribundo, de Alphonse de Lamartine, y el soliloquio de Hamlet de Shakespeare.


Parece que la inclinación por la poesía nació en Pombo desde muy temprano. Ya a los diez años había copiado versos y traducciones en un cuadernillo que tituló Panteón literario. En 1846 ingresó en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, donde estudió humanidades; en 1848 recibió el grado en matemáticas e ingeniería en el Colegio Militar que hacía poco había fundado el general Tomás Cipriano de Mosquera.


Aunque nunca ejerció formalmente esta carrera, se sabe que realizó algunos estudios para el mejoramiento urbano de Bogotá. Recién graduado, fue miembro de la Sociedad Filotémica, en cuyo periódico publicó por primera vez poesías bajo el seudónimo de Firatelio. Estas tempranas obras, cargadas de un tono sentimental, dejan entrever ecos de Campoamor, Zorrilla, Garcilaso y del legendario lord Byron.


Posteriormente viajó a Popayán, donde su familia materna tenía propiedades, escribiendo allí dos de sus poemas más conocidos: La copa de vino y Mi amor, firmado con el seudónimo de Edda. En compañía del escritor José María Vergara y Vergara fundó La Siesta, en 1852, órgano literario de marcado tinte romántico.
En 1855 viajó a Nueva York como secretario de la legación colombiana en esta ciudad. Permaneció 17 años en Estados Unidos, siendo ésta su época de plenitud creadora. Tal vez el contacto con una cultura y un idioma de sonoridades diferentes dio un giro universal a su obra. También mantuvo contacto con personalidades de la intelectualidad como Longfellow y Bryant. Tradujo por ese entonces a poetas ingleses, franceses y alemanes, y sus llamadosCuentos pintados se publicaron por primera vez en esa ciudad.


Pombo fue coronado como poeta nacional el 20 de agosto de 1905, en el teatro Colón. El 6 de febrero de 1912 reemplazó a Manuel María Mallarino como miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, de la que fue secretario perpetuo.


La obra de Rafael Pombo:

Con Pombo nace, en un entorno de acento todavía colonial, una poesía nueva en el continente. Su lírica funde subjetividad y meditación filosófica, reflexivo sentimiento del amor y de la naturaleza, pálpito religioso y aprovechamiento de la experiencia. Dios, la naturaleza y la mujer son protagonistas en su obra, así como la rebeldía, el vigor, la ironía, por lo que resulta una extraña suma de autor entre devoto y demoníaco. Su inspiración romántica recorrió los caminos que van de Zorrilla y Víctor Hugo a Byron y Leopardi, pasando por los clásicos griegos y latinos, que se afanó en traducir, así como a muchos ingleses y franceses.
Su obra se puede dividir en tres ciclos que corresponden a tres momentos de la vida del poeta: primera residencia en Bogotá, residencia en Estados Unidos y segunda estadía en Bogotá. Pombo entiende desde muy temprana edad que su quehacer es escribir: "De que soy poeta apenas tengo estos datos: Que no sirvo para nada, sino para hacer versos". Sus primeros poemas fueron publicados bajo el título Exabruptos poéticos de Rafael Pombo.


En 1855, Rafael Pombo escribió La hora de las tinieblas, poema compuesto por 61 décimas, que abre y refleja de manera fidedigna la segunda etapa de su producción. Estos versos manifiestan un sentimiento de escepticismo y desesperanza propio del más genuino espíritu romántico. El poema Noche de diciembre retoma la temática de La hora de las tinieblas: es el escepticismo y la desesperanza, tal vez con mayor madurez literaria, pero con el mismo sentimiento y espíritu.
Entre los más logrados poemas de Pombo escritos en Norteamérica se ha querido destacar Al Niágara yElvira Tracy. En el primero hay una constante oposición entre la civilización moderna y la vida bucólica, entre la utilidad y el desinterés, entre lo artificial y lo natural, donde lo segundo siempre triunfa por sobre lo primero. Elvira Tracy es un canto al amor verdadero, a la pureza femenina, a la inocencia; es un canto en el que se cumple el ideal romántico de morir en la plenitud de la belleza y en el inicio de la vida.


Más que un poeta del amor, Pombo canta a la amada, y más aún a la compañía de la amada. En efecto, la mujer amada es, para el vate bogotano, la suma e interpretación de toda la creación. Al lado del Pombo sentimental encontramos, por momentos, un poeta preocupado y angustiado por los grandes problemas metafísicos. En ese campo, la religiosidad de Pombo se torna a veces en misticismo.



Otro de los temas recurrentes en su obra es la historia y las manifestaciones de la cultura local. En este ámbito sobresalen sus poemas a la patria y al folclore nacional. Finalmente, cabe destacar, la inclinación de Pombo por la literatura infantil, en donde da rienda suelta a su fascinación por lo fabuloso y lo mágico.

La obra completa de Pombo se publicó por vez primera en 1916, en cuatro volúmenes. El primero y el segundo contienen su obra poética; el tercer tomo lo constituyen sus traducciones, y el último encierra sus Fábulas y verdadesCuentos pintados y Cuentos morales para niños formales, entre los que se halla relatos como Simón el bobitoLa pobre viejecita,Mirringa y Mirronga y Fuño y Furaño, que aún hoy en día son leídos por niños y adultos. Pombo dejó también numerosos artículos de crítica literaria.


Copyright 
© Juan Pablo Rojas
EL GATO BANDIDO




Michín dijo a su mamá:
"Voy a volverme Pateta,
y el que a impedirlo se meta
en el acto morirá.
Ya le he robado a papá
daga y pistolas; ya estoy
armado y listo; y me voy
a robar y matar gente,
y nunca más (¡ten presente!)
verás a Michín desde hoy".
Yéndose al monte, encontró
a un gallo por el camino,
y dijo: "A ver qué tal tino
para matar tengo yo".
Puesto en facha disparó,
retumba el monte al estallo,
Michín maltrátase un callo
y se chamusca el bigote;
pero tronchado el cogote,
cayó de redondo el gallo.
Luego a robar se encarama,
tentado de la gazuza,
al nido de una lechuza
que en furia al verlo se inflama,
mas se le rompe la rama,
vuelan chambergo y puñal,
y al son de silba infernal
que taladra los oídos
cae dando vueltas y aullidos
el prófugo criminal.
Repuesto de su caída
ve otro gato, y da el asalto
"¡Tocayito, haga usted alto!
¡Déme la bolsa o la vida!"
El otro no se intimida
y antes grita: "¡Alto el ladrón!"
Tira el pillo, hace explosión
el arma por la culata,
y casi se desbarata
Michín de la contusión.
Topando armado otro día
a un perro, gran bandolero,
se le acercó el marrullero
con cariño y cortesía:
"Camarada, le decía,
celebremos nuestra alianza";
y así fue: diéronse chanza,
baile y brandy, hasta que al fin
cayó rendido Michín
y se rascaba la panza.
"Compañero", dijo el perro,
"debemos juntar caudales
y asegurar los reales
haciéndoles un entierro".
Hubo al contar cierto yerro
y grita y gresca se armó,
hasta que el perro empuñó
a dos manos el garrote:
zumba, cae, y el amigote
medio muerto se tendió.
Con la fresca matinal
Michín recobró el sentido
y se halló manco, impedido,
tuerto, hambriento y sin un real.

Y en tanto que su rival
va ladrando a carcajadas,
con orejas agachadas
y con el rabo entre piernas,
Michín llora en voces tiernas
todas sus barrabasadas.
Recoge su sombrerito,
y bajo un sol que lo abrasa,
paso a paso vuelve a casa
con aire humilde y contrito.
"Confieso mi gran delito
y purgarlo es menester",
dice a la madre; "has de ver
que nunca más seré malo,
¡oh mamita! dame palo
¡pero dame qué comer!"

Copyright © Juan Pablo Rojas


CUTUFATO Y SU GATO


Quiso el niño Cutufato
Divertirse con un gato;
Le ató piedras al pescuezo,
Y riéndose el impío
Desde lo alto de un cerezo
Lo echó al río.

Por la noche se acostó;
Todo el mundo se durmió,
Y entró a verlo un visitante
El espectro de un amigo,
Que le dijo: ¡Hola! al instante
¡Ven conmigo!

Perdió el habla; ni un saludo
Cutufato hacerle pudo.
Tiritando y sin resuello
Se ocultó bajo la almohada;
Mas salió, de una tirada
Del cabello.

Resistido estaba el chico;
Pero el otro callandico,
Con la cola haciendo un nudo
De una pierna lo amarró,
Y, ¡qué horror! casi desnudo
Lo arrastró.

Y voló con él al río,
Con un tiempo oscuro y frío,
Y colgándolo a manera
De un ramito de cereza
Lo echó al agua horrenda y fiera
De cabeza.

¡Oh! ¡qué grande se hizo el gato!
¡qué chiquito el Cutufato!
¡Y qué caro al bribonzuelo
su barbarie le costó!
Más fue un sueño, y en el suelo
Despertó.

Copyright © Juan Pablo Rojas


MIRRINGA MIRRONGA



Mirringa Mirronga
la Gata Candonga
va a dar un convite,
Jugando a escondite
y quiere que todos
los Gatos y Gatas
no almuercen ratones,
ni cenen con ratas

Que vengan la cuñas y las cunfurriñas
y ñoño y marroño y tompo y sus niñas...

Decidame amita
que tengo visita
que no venga a verme
no sea que se enferme
que mañana mismo
devuelvo sus platos
y agradezco mucho
y estan muy baratos.

Las flores, la mesa, la sopa divin
ya llegan la gente que que susquen trajin

Llegaron en coche
ya entrada la noche
señores y damas
con muchas chalamas
vengan de uniforme
de cola y de guante
con guayos muy tiesos
y frac elegante.

Mas todo el tocino y vico y miauu..
este es un banquete de pipiripao.

Con muy buenos modos
sentaronse todos
tomaron la sopa
y alzaron la copa
de todo les brinda
Mirringa Mirronga
le sirvo Pechuga
como usted disponga.

Hubo danzanceros y polka y mazurca
y Tompo que estaba con maxi maturca
Maullaron de risa
todos los danzantes
y sigue el galeo
mas alegre que.. antes
y grito Mirringa
ya cerre la puerta
mientras no amanezca
ninguno deserta.

Pero que desgracia
entro Doña Engracia
y armo un gatuperio
un poquito serio
dandoles chorizo
medio pegadizo
para que hagan cenas
con tortas ajenas.

Mirringa Mirronga
la gata Candaga
va a adar un convite
jugando escondite
y quiere que todos
los gatos y gatas
no almuercen ratones
ni cenen con ratas

Don Rafael Pombo
puso las palabras
abelarco al Pompooo..
en parejitas para que rimen
abrazaditas.

Que sus Poemas
nos den contento
y a nuestra lengua
den alimento
que nos despierten
las ganas locas
de con palabras
arman historia (BIS).

Copyright © Juan Pablo Rojas
JUAN MATACHÍN




¡Mírenle la estampa! 
Parece un ratón que han cogido 

en trampa con ése morrión. 
Fusil,cartuchra, tambor y morral, 
tiene cuanto quiera nuestro general. 
Las moscas se espantan así que lo ven, 
y él mismo al mirarse se asusta tambien. 
Y a todos advierte con lengua y clarín: 
"¡Ay de aquél que insulte 
a Juan Matachín!".

Copyright © Juan Pablo Rojas
SIMÓN EL BOBITO


Simón el bobito llamò al pastelero:
 "¡a ver los pasteles que los quiero probar!"
"Si –repuso el otro- pero antes quiero ver 
ese cuartillo con que has de pagar"
Buscó en los bolsillos el buen simoncito y dijo
 "!De veras!, no tengo ni unito".
A Simón el bobito le gusta el pescado y 
quiere volverse también pescador y 
pasa las horas sentado, sentado, pescando en 
el balde de mamá Leonor.
Hizo simoncito un pastel de nieve y a asar en las 
brasas hambriento lo echó, pero el pastelito 
se deshizo en breve, apagó las brasas, y nada comió.
Simón vió unos cardos cargando ciruelas y dijo:
 "!Qué bueno, las voy a coger¡", pero peor que agujas 
y puntas de espuelas le hicieron brincar, silvar y morder.
Se lavó con negro de embolar zapatos, 
porque su mamita no le dio jabón, 
y cuando cazaban ratones los gatos
 espantaba al gato gritando: "ratón"
Ordeñando un día la vaca pintada 
le apretó la cola en vez del pezón, 
y ¡aquí de la vaca¡, le dio tal patada, 
que como un trompito bailó don simón 
y cayó montado sobre la ternera, y doña ternera 
se enojó también, y ahí va otro brinco y otra pateadera 
y dos revolcadas en un santiamén
Se montó en un burro que halló en el mercado
 y a cazar venados alegre partió. 
Voló por las calles sin ver un venado, 
rodó por las piedras y el asno se huyó.

Copyright © Juan Pablo Rojas

domingo, 21 de abril de 2013

LA POBRE VIEJECITA


Érase una viejecita
sin nadita que comer
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez.

Bebía caldo, chocolate,
leche, vino, té y café,
y la pobre no encontraba
qué comer ni qué beber.

Y esta vieja no tenía
ni un ranchito en qué vivir
fuera de una casa grande
con su huerta y su jardín.

Nadie, nadie la cuidaba
sino Andrés y Juan y Gil
y ocho criadas y dos pajes
de librea y corbatín.

Nunca tuvo en qué sentarse
sino sillas y sofás
con banquitos y cojines
y resorte al espaldar.

Ni otra cama que una grande
más dorada que un altar,
con colchón de blanda pluma,
mucha seda y mucho holán.

Y esta pobre viejecita
cada año hasta su fin,
tuvo un año más de vieja
y uno menos que vivir.

Y al mirarse en el espejo
la espantaba siempre allí
otra vieja de antiparras,
papalina y peluquín.

Y esta pobre viejecita
no tenía qué vestir
sino trajes de mil cortes
y de telas mil y mil.

Y a no ser por sus zapatos
chanclas, botas y escarpín,
descalcita por el suelo
anduviera la infeliz.

Apetito nunca tuvo
acabando de comer,
ni gozó salud completa
cuando no se hallaba bien.

Se murió de mal de arrugas,
ya encorvada como un tres,
y jamás volvió a quejarse
ni de hambre ni de sed.

Y esta pobre viejecita
al morir no dejó más
que onzas, joyas, tierras, casas,
ocho gatos y un turpial.

Duerma en paz, y Dios permita
que logremos disfrutar
las pobrezas de esta pobre
y morir del mismo mal..

Copyright © Juan Pablo Rojas

EL RENACUAJO PASEADOR



El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
salió esta mañana, muy tieso y muy majo.
Con pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.
"¡Muchacho, no salgas!" Le grita mamá.
Pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino.
Y le dijo: "¡Amigo! venga, usted conmigo.
Visitemos juntos a doña Ratona
y habrá francachela y habrá comilona".
A poco llegaron, y avanza Ratón.
Estirase el cuello, coge el aldabón.
Da dos o tres golpes, preguntan: "¿Quién es?"
"–Yo, doña Ratona, beso a usted los pies".
"¿Está usted en casa?" –"Sí, señor, sí estoy:
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón.
“Pero eso no importante; bienvenidos son".
Se hicieron la venia, se dieron la mano,
y dice Ratico, que es más veterano:
"Mi amigo el de verde rabia de calor,
démele cerveza, hágame el favor".
Y en tanto que el pillo consume la jarra
mandó la señora traer la guitarra
y a Renacuajito le pide que cante
versitos alegres, tonada elegante.
"–¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa".
"–Lo siento infinito, responde tía Rata,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular".
Mas estando en esta brillante función.
De baile y cerveza, guitarra y canción,
la Gata y sus Gatos salvan el umbral,
y vuélvase aquello el juicio final.
Doña Gata vieja trinchó por la oreja
al niño Ratico maullándole: "Hola"
y los niños Gatos a la vieja Rata
uno por la pata y otro por la cola.
Don Renacuajito mirando este asalto
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto,
y abriendo la puerta con mano y narices,
se fue dando a todos "noches muy felices".
Y siguió saltando tan alto y aprisa,
que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón.
Y así concluyeron, uno, dos y tres,
ratón y Ratona, y el Rana después;
los gatos comieron y el Pato cenó.
¡Y mamá Ranita solita quedó!
Copyright © Juan Pablo Rojas